Hacia tiempo que L@s Palitrokes teníamos pensado acudir a la sierra de Cazorla para disfrutar de un finde en buena compañía y realizar alguna ruta de senderismo. Reservamos una cabaña en la localidad de Arroyofrío, muy bien situada en el interior del parque natural en el valle que forma el bisoño por estas tierras río Guadalquivir. Se accede desde la localidad de Cazorla tomando la carretera A-319 que se adentra en la sierra. Una vez pasado el Puerto de las Palomas, en la bajada llegamos a un cruce conocido como Empalme del Valle desde donde tomamos dirección Coto Ríos para que en unos 6-7 kilómetros desde el cruce lleguemos a nuestro destino
Llegamos de noche a Arroyofrío y a nuestra cabaña, muy bien equipada y confortable con una capacidad de 7-8 personas
Las Palitrokas (Mª Angeles, Pilar, Rosa y Gema)
Estudiando la ruta del Borosa sobre el mapa que es la que haríamos al día siguiente
Preparadas para la ruta, en concreto la ruta reina de senderismo en Cazorla, la conocida como Sendero de la Cerrada de Elías y Río Borosa
El inicio de la ruta se encuentra junto a la piscifactoría, en el aparcamiento del Centro de Interpretación Fluvial del río Borosa, al que se llega en apenas kilómetro y medio por un ramal asfaltado que parte del Centro de Interpretación del Parque Natural de Torre del Vinagre que a su vez dista unos 10 kilómetros de Arroyofrío
El inicio del sendero propiamente dicho se encuentra a unos 200 metros de donde hemos estacionado el vehículo y como se puede observar también se puede dejar aquí el coche siempre que lleguemos temprano
Hasta la Cerrada de Elías caminaremos unos kilómetros por pista. El sol aún no se ha despertado del todo y hace bastante frío
Charco de la Gracea con sus aguas esmeraldas donde desemboca el arroyo de las Truchas
Puentecillo que no hace falta cruzar pero que invita a fotografiarse encima de él
Cruzamos ahora el Borosa por el puente de los Caracolillos. Una vea cruzado nos llama la atención junto a la orilla derecha del río un espectacular pliegue anticlinal
Tras algo más de 4 kilómetros de pista llegamos a una bifurcación donde abandonamos la pista y tomamos el sendero de la derecha en el lugar conocido como Vado de los Rosales
Caminando por el frondoso sendero de aspecto selvático
En este tramo el sendero cruza varias veces el cauce, avanzando por ambas márgenes según el terreno disponga
Hasta un último puentecillo que nos introduce en la umbría y estrecha Cerra de Elías
Unas pasarelas de madera facilitan el tránsito por este lugar, ya que la zona está tan encajonada que no hay lugar para senderos naturales
Una de las pozas existentes en el tramo de la cerrada, siempre con el color esmeralda como protagonista
Tras salir de la cerrada volvemos a caminar por la pista, la cual ha dado un rodeo para salvar el encajonamiento por el que hemos caminado anteriormente
El valle vuelve a encajonarse, pero ahora el camino avanza unas decenas de metros más arriba por la margen izquierda (umbría). Al fondo la muralla sur de la cordillera del Banderillas
Alcanzamos una amplia explanada herbosa, el lugar de Huelga Nidillo, donde antiguamente existían huertas de las que aún quedan restos al otro lado del río
En las piedras que en el centro de la explanada se encuentran paramos a descansar y reponer fuerzas
Retomamos la marcha y a partir de ahora se empieza a ganar con más decisión altura, aunque de manera progresiva y cómoda
Una edificación de pastores protegida por las paredes verticales del cortado
El sendero señalizado finaliza junto a las edificaciones de la Central Eléctrica de los Organos
El sendero se estrecha pero no tiene pérdida alguna. Está muy transitado. Recordemos que este es el sendero estrella del parque
Y ahora nos adentramos en un paisaje espectacular reino de las paredes verticales, las aguas y sobre todo las cascadas
Y no nos cansamos de fotografiarlas y fotografiarnos junto a ellas
De repente vemos una gran pared, uno de los contrafuertes del Picón del Haza, con unos grandes orificios y nos preguntamos que pueden ser. Tienen toda la pinta de ser artificiales pero cómo se han hecho nos preguntamos
El valle lo cierra el espectacular salto o cascada de los Organos. Por aquí no hay paso posible
El salto de los Organos visto desde más cerca
Giramos a izquierdas por un sendero que gana altura en fuerte desnivel
Por fin encontramos respuestas a nuestras preguntas. Para poder seguir caminando y continuar hacia la parte alta del valle, tuvieron que horadar el Picón del Haza a través de un túnel que recorre sus entrañas. Es necesario un frontal ya que tiene cierta longitud
Nos adentramos en el túnel por donde discurre una acequia que transporta el agua hacia la central
Pilar está disfrutando a tope
Y los agujeros que se veían en la pared desde abajo son estos enormes respiraderos, que son un gran otero del paisaje circundante
Tras atravesar el túnel y caminar unos metros por sendero volvemos a topar un nuevo túnel, éste algo más estrecho y corto. A la salida del mismo, en breve llegamos junto al embalse de Aguas Negras. En este punto dejamos un momento el sendero principal y nos desviamos a la izquierda por un sendero secundario
Este senderillo nos lleva al nacimiento de Aguas Negras
Donde nos fotografíamos
Y alguno que otro hace el cabra para buscar una fotografía original
Regresamos al sendero principal
Cruzamos la presa
Y seguimos aguas arriba por la margen izquierda de las mismas
Hasta el idílico lugar donde se enclava la Laguna de Valdeozares
Que invita a descansar ya tomar el solecito. A este punto se puede llegar desde el collado de Fuente Bermejo, donde se puede dejar un coche por si no se quiere hacer la vuelta andando de nuevo por el mismo sitio
Nosotros, sin embargo regresamos andando. Volvemos a pasar por el embalse con sus aguas turquesas. Tras pasar el primer túnel y antes de adentrarnos en el que atraviesa el Picón de la Haza, Angel y yo decidimos hacer el regreso por un lugar más salvaje y abrupto tomando un casi imperceptible sendero a la derecha
Mientras las chicas regresan por terreno conocido, nosotros nos adentramos en los cintos de las Banderillas. El entorno es espectacular y solitario. Solo nos vamos a encontrar con algún que otro rebaño de ovejas que son las que hacen que aún se conserven las añejas trazas de las sendas que en decenios y siglos anteriores recorrían los pastores y habitantes de los cortijos que en estas repisas de altura se asentaban
Las vistas desde aquí son de las que se quedan impregnadas en la retina
Tras un inmenso tronco de pino, Angel se asoma al abismo desde uno de los tajos del Picón de la Haza
Al fondo la cuerda del Banderillas
Se aprecia la traza de la senda. A partir de ahora el llano no existirá. No se salvan grandes desniveles pero sí contantes toboganes, lo que hace junto al excesivo calor para las fechas que todo este tramo por los cintos del Banderillas sea verdaderamente exigente
En concreto estamos atravesando el Cinto de la Higuera
Señalando la dirección que debemos seguir
Abajo las terrazas de los antiguos cultivos del abandonado cortijo del Haza. La franja gris que se observa es la que posteriormente deberemos superar. Aunque parece una solo, en realidad a mitad de la misma hay un corte que supone una nueva bajada pronunciada pera luego volver a subir
El Picón de la Haza (1504 m), el collado por el que venimos y a la derecha la toma de aguas que proviene desde los embalses
Central y valle del Borosa más de 500 metros abajo
Paisaje grandioso
El siguiente collado a superar
Las terrazas del cortijo de la Haza aprovechando la amplia cornisa sobre los tajos de la montaña
Los rebaños de ovejas, las verdaderas dueñas y conocedoras del territorio
El Picón de la Haza cada vez más lejos, aunque será omnipresente durante todo el recorrido de vuelta
Como decía había una sorpresa y había que volver a bajar para luego subir de nuevo. En este punto una sombra a la derecha entre la vegetación nos alivia. Hay una sensación de agobio y bochorno muy alta y las fuerzas flaquean
Pasando junto a un vivac para el ganado
Llegando a la parte final de la subida al segundo collado. En primer plano el Castellón del Haza de Arriba (1529 m). A su derecha sobre los tajos el primer collado y el bosquecillo donde hemos recuperado fuerzas
El próximo tobogán de subida. Nos estamos adentrando en el cinto de los Frailes
En la lejanía las máximas altitudes del parque, el Empanadas y el Alto de la Cabrilla, ambos por encima de los 2000 metros lindando ya con tierras granadinas y el Parque Natural de Castril
Entre el Puntal del Aguila y el Fraile nos sobrevuelan algunos ejemplares de buitre, que parecen ansiosos ante nuestra presencia. No deben ser muchos los caminantes de dos patas que por allí pasan y parecen que no confían mucho en nuestras posibilidades
Asentados y oteando desde las buitreras en los tajos de la montaña
Encontramos algún nevero que otro y que nos viene muy bien para refrescarnos
Por fin encontramos el escape, el Tranco del Perro un angosto pasillo entre la muralla sur del Banderillas que nos va a llevar por una zigzagueante senda hacia el collado de Roblehondo, tras haber disfrutado del entorno de los cintos aunque reconociendo que ha sido duro. Entre el calor y que hemos ido muy rápido ya que tenemos el tiempo justo para llegar con luz al coche, el cuerpo va notando la paliza
Bajamos a "toa leche" pero manteniendo la atención. Es en estos lugares con menos dificultad donde uno se suele relajar y tener algún que otro tropezón o torcedura
Una señal de sendero, no muy reciente que digamos
Abajo, ya próximo el collado de Roblehondo (1500 m)
En estas cuatro fotos toda la muralla suroeste del Banderillas (y aún resta toda la muralla de orientación noreste) que es visible desde el mencionado collado, gran parte de la cual hemos recorrido por sus entrañas
Ahora toca caminar por una senda más definida y cómoda, aunque todavía queda bastante para llegar calculamos que unos 8 kilómetros y son más de las cinco de la tarde, así que las dos horitas no nos las quita nadie
Atrás queda el espectáculo de los cintos y nos ponemos a pensar que a quien se le diga que por esas murallas está el paso para salir del interior de la montaña no nos cree
Las ruinas del cortijo de Laza
El sendero por el que transitamos es un camino que ha sido utilizado durante decenios para comunicar las distintas haciendas y cortijos de esta zona de la montaña, pero desgraciadamente comprobamos que poco a poco se va perdiendo. Quizá sea la actividad senderista y montañera la que pueda mantenerlos. Las distintas cortijadas y majadas por las que pasamos están en ruinas y abandonadas
El Picón del Haza todavía mostrándose a estas alturas de la ruta y el encajonamiento que forma en su base las aguas del río Borosa
Nos desviamos unos metros del camino para acercarnos a una cruz junto a una gran explanada. No sabemos el significado de la misma o si está allí puesta en recuerdo a alguien o a algún acontecimiento del pasado
Y unos metros más allá los restos de otro cortijo. En los mapas la zona se conoce como Los Villares
A medida que avanzamos y nos acercamos a nuestro destino el camino va a ir perdiendo altura y a su vez nitidez
Por fin, ya con poca luz salimos a la pista principal por la que dimos los primeros pasos esta mañana. En escasos 10 minutos llegamos al aparcamiento
Mapa de la ruta
Plano de la ruta en BaseCamp
Perfil de la ruta (Borosa+Cintos del Banderillas)
Vistas en 3D
Las dos últimas vistas en 3D muestran algo más en detalle el paso por los cintos del Banderillas
En total si contamos la ruta normal de ida y vuelta por el Borosa salen 25 km con la ida y vuelta. Si la vuelta se hace por los cintos salen unos 30 km. En desnivel unos 800 metros para el primer recorrido y más de 1500 metros para la segunda opción
El enlace a wikiloc:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9132415
Tras regresar a Arroyofrío donde nos esperaba el palitroke Moi, pasamos una velada en nuestra cabaña donde una suculenta cena y una reconfortante ducha nos recuperó.
Al día siguiente hicimos un recorrido mucho más liviano, realizando el sendero de la Cerrada de Utrero y la visita al nacimiento del río Guadalquivir
Bajando hacia la cerrada de Utrero
Rosa y Pilar con las aguas del Guadalquivir tras la pequeña represa
Fotos con la cascada de Linarejos a la espalda
Las niñas haciendo el cabra, en este caso la cabra. A quien se le ocurriría la idea de llevarlas meses antes a la cresta Alhucema a Gema y Rosa. Desde entonces roca que ven roca a la que se encaraman. Angel como siempre al rescate
Y luego dices Pili que tienes vértigo. Sí, a mí me vas a engañar
Y nosotros allí abajo en lo seguro
Continuamos por el sendero
En el mirador que hay junto al sendero y que domina el valle
Saliendo al colladito que marca el punto más alto del recorrido. Estamos cerca de completar este pequeño recorrido
Antes de llegar a los coches fotito de grupo
Posteriormente en coche recorrimos los casi 15 kilómetros que hay por pista hasta el nacimiento del Guadalquivir
El acceso no está en las mejores condiciones que debiera para la cantidad de gente que allí acude
Allí nos fotografiamos junto a la bóveda de donde surgen las aguas del Río Grande de Andalucía
Y el picnic en una zona recreativa de las proximidades
Y como no a la vuelta, por la pista allí estaba el famoso zorro de la pista del nacimiento del Guadalquivir, que no falta a la cita del paso de los coches por si alguno se deja un buen manjar
No hay comentarios:
Publicar un comentario