Visitamos la Sierra de Ayllón, en tierras de Guadalajara el fin de semana del 13-15 de marzo. Llegamos el viernes, ya de noche al Albergue Rural Tejanegra donde habíamos reservado. Teníamos previstas dos rutas a dos de los picos más significativos de esta sierra.
El sábado lo reservamos para la ruta más larga de las dos que incluía el ascenso al Pico Ocejón que con sus 2049 metros no es el más alto de la sierra pero si el que guarda quizá los rincones más bellos de las montañas que superan los 2000 metros en estas sierras de Guadalajara
Para ascender a la montaña hay varios puntos de acceso (Campillo de Ranas, Majaelrayo, Valverde de los Arroyos...) y la mayoría con indicaciones a modo de pintura y postes. Nosotros comenzaremos en el pueblo de Majaelrayo, típico municipio de la conocida como arquitectura negra de Guadalajara, que dista unos 5 kilómetros del Albergue Rural Tejanegra
Tras salir del pueblo, en una bifurcación dejamos la pista principal (más adelante vuelve a unirse, aunque da más rodeo) y tomamos a la izquierda la senda (poste señalizador)
Poco después un puente salva las aguas del arroyo de los Molinos
Majaelrayo va quedando atrás en la extensa llanura. Al fondo destacan las máximas alturas de Guadalajara
En esta parte hay algunas manchas de roble de escaso porte. La montaña se distingue al fondo, pero no es la cumbre principal lo que vemos sino su antecima oeste conocida como Ocejoncillo
Antonio y Natalia disfrutando del buen día. Hacía tiempo que no coincidía con ellos. Una alegría volver a compartir estos momentos con ellos
Nuevo cruce de caminos. Aquí el nuestro se une con el que viene de Campillo de Ranas
A medida que ganamos altura el bosquecillo presenta mayor porte y espesura
Llegamos a una zona despejada, una explanada donde nos damos un respiro. Los afloramientos rocosos que se observan en la parte de la izquierda son las llamadas Peñas de Bernardo o Bernardas
Ahora el tramo que viene es más empinado, pero en ningún momento dificultoso. La subida en general es muy cómoda
Y a disfrutar del paisaje, mientras nos reagrupamos
Llegamos así al collado Perdices (1798 m)
Donde las indicaciones nos muestran claramente los distintos senderos que llegan y pasan desde aquí
Natalia y Antonio llegando al collado
El grupo al completo (de izda a dcha Julio, Antonio, Natalia, Jesús, Abén, Pili y Diego)
Desde el collado ya se ve la cumbre principal. Podemos seguir por la arista, o bien por las sendas marcadas con hitos, incluso bajar algo más como si fuéramos hacia Valverde de los Arroyos y en menos de cien metros enlazar con el camino principal que viene desde allí. Nosotros optamos por enfilar hacia la cumbre siguiendo los hitos de las sendillas que por allí discurren
Dejamos atrás el collado y tras conectar con el camino principal que sube desde Valverde, atravesamos un nevero que da al paisaje un tono especial
Al llegar junto al colladito que separa el Ocejoncillo de la subida final al Ocejón se obtienen vistas del Pico del Lobo que es le techo de Guadalajara con sus 2272 m y que ascenderemos al día siguiente y de los otros dosmiles de la sierra
Y más a lo lejos se distingue gran parte de la Sierra de Guadarrama, con el Peñalara (2428 m) techo compartido por Madrid y Segovia
Solo nos resta subir por el senderillo marcado que salva el canchal hasta la cumbre donde se distinguen algunas silueta de personas que se encuentran hollando la cima
Abén nos espera, mientras Pili y Julio superan la última canalilla
De pie: Julio, Jesús, Diego y Abén y sentados: Pili, Natalia y Antonio
Natalia y Antonio en la cumbre
A escasos metros hacia el sur del vértice siguiendo la arista hay una segunda cumbre que también se pude subir sin dificultad
Tras comer algo protegidos del viento y el frío, decidimos hacer el regreso pero buscando una ruta diferente. Para ello seguimos con cuidado la cresta que cae hacia noreste dirección Valverde de los Arroyos ya que queremos visitar las famosas chorreras de Despeñalagua
Desde aquí el Pico Ocejón se muestra más bravío que durante la subida
Julio y Diego en su primera salida al monte con nosotros y esperemos que sean muchas más
Al fondo las montañas que conforman La Loma de las Pequerinas. Peligro Abén se ha percatado de ellas y lo que es peor yo también. Se nos están ocurriendo algunas ideillas
Busacamos siempre el terreno más factible para caminar por la cresta, aunque alguna vez que otra tenemos que hacer algún que otro destrepe sencillito
Hacia el sur la montaña se muestra más abrupta con algunas estrechas canales
Valverde de los Arroyos a los pies de la montaña
Salimos de la cresta para ganar la senda que desde la cima del Ocejón viene por terreno más cómodo pero menos divertido que el que hemos seguido nosotros
La crestecilla que hemos recorrido
Julio dominando desde las alturas
Y el Ocejón dominando todo y a todos
Caminamos por terreno herboso
A partir de ahora hay que estar muy atentos a los hitos, aunque hay bastantes sendas por la zona. Llegamos a un pinar que debemos atravesar y tras salir de él debemos girar hacia la izquierda buscando la senda más clara. Nosotros la perdimos pero siguiendo otras sendillas con hitos la volvimos a enlazar. Llega un momento próximos a las chorreras que tenemos dos opciones; o bien observarlas desde un otero o bien bajar a su base, ambas señalizadas con hitos de piedra. Nosotros optamos por la primera opción
Desde el otero buenas vistas y buen sonido
Continuamos el regreso para lo cual debemos superar por arriba el arroyo de la Chorrera
Llegando al cruce de senderos donde convergen los caminos de Valverde, el Ocejón y Majaelrayo hacia donde continuamos
Por aquí discurre el GR 60 que conecta y recorre en una interesante ruta circular los pueblos de la Arquitectura Negra
Vaya Abén, que es eso que vemos ahí. Pues los picachos de la Loma de las Piquerinas. Tienen buena pinta eh?...
Pues vamos para allá... Así que los ansias de Abén y el que os habla nos dirigimos hacia los picos por la herbosa vaguada, mientras los restantes miembros del grupo continúan hacia Majaelrayo
Grandiosas vistas del Ocejón. Se distingue claramente el camino que sube desde Valverde
Una pedrerilla final antecede a la cumbre de esta cota de la Loma de las Pequerinas
Abén llegando a la cumbre
En la cumbre (1931 m) contentos pero con mucha rasca
Tenemos que aligerar algo el paso. Nuestros compañeros deben estar esperándonos en el collado y empieza a hacer frío y a nevar algo. Caminamos por una amplia loma que nos permite el avance rápido que deseamos. Al fondo el Pico del Lobo nevado. En las rocas próximas que se ven se encuentra el vértice geodésico de Campachuelo (1899 m)
Al que llegamos rápidamente
Que rasquilla hace por aquí arriba
Desde el vértice bajamos de forma directa dirección sur hacia el collado que observamos y en donde nuestros compañeros nos han esperado. Al vernos ya seguros, deciden bajar ya tranquilos hacia Majaelrayo. No hay posibilidad de pérdida para nosotros. El descenso es muy cómodo, incluso parece que hay un camino hecho por las manos del hombre, pero es la naturaleza la que ha abierto este pasillo entre la roca
Llegando al collado donde se encuentra la Pradera de la Madita
Desde el collado solo resta bajar por un camino muy marcado y fácil de andar
Amplia llanura donde se encuentran Majaelrayo y resto de pueblecitos de la zona
El sendero discurre por los bosquecillos de robles y de vez en cuando se ve invadido por las aguas de los torrentillos y venerillos que surgen de la nieve de las alturas y de las entrañas de la roca
El sendero desemboca en una pista
La cual nos conduce hasta el pueblo, donde pararemos en su bar para tomarnos unas bebidas fresquitas y una miguillas obsequio de la casa
Mapa de la ruta
Plano en BaseCamp
Perfil de la ruta
Vistas en 3D
En total casi 20 kilómetros de entretenida y variada ruta circular con algo más de 1400 metros de desnivel de subida acumulado
El enlace a wikiloc:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9147566
Después de la ruta, vuelta al Albergue Rural Tejanegra donde tras una reconfortante ducha disfrutamos de su salón, chimenea y de su suculenta cena con productos caseros
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