He subido varias veces al techo de la Península Ibérica y en esta ocasión se ofrecía de nuevo la oportunidad ya que mi compi Palitroke Angel era la primera vez que iba a afrontar su ascenso. Además nos acompaño Pili, que también había subido ya al Mulhacén en alguna ocasión anterior. Nos esperaba una fuerte jornada, pues el plan inicial de subir hasta el refugio de la Caldera, pernoctar allí y al día siguiente subir el Mulhacén se nos fastidió pues daban mal tiempo para el domingo. Así que teníamos que subir desde Capileira por el camino de la Cebadilla hasta el refugio de Poqueira, dejar allí los bártulos que no fueran necesarios y subir hasta la cumbre, para bajar de nuevo al refugio y todo en la misma jornada y todo con el hándicap de que salimos de Córdoba a las 6 de la mañana y llegamos a Capileira poco antes de las 10. Habría suerte???. Al día siguiente saldríamos temprano de vuelta a Capileira para regresar por la senda de Las Acequias para tratar de minimizar en la medida de lo posible el mal tiempo previsto para esa jornada.
Partimos desde el parking de Capileira (hay varias zonas contiguas a modo de terrazas como obliga la fisonomía del terreno) Contiguo a estos, se encuentra el inicio de los senderos que se adentran en la sierra
Al poco del inicio el sendero se bifurca; por la derecha sigue el que conecta con la ruta de las acequias, por donde regresaremos al día siguiente. Tomamos a la izquierda buscando el barranco de Poqueira
El sendero desemboca en el ramal de pista que lleva hasta la central hidroeléctrica del Poqueira y las casas de La Cebadilla. Al fondo con poca nieve la Loma del Mulhacén. Desde aquí ya se distingue el refugio de Poqueira, aunque en la foto no se aprecie
Llegamos a la Central Hidroeléctrica del Poqueira o de La Cebadilla
Pasada la central y tras cruzar el barranco por unos puentes, comenzamos a ganar altura por un zigzagueante sendero en la margen derecha del barranco
El sendero una vez ganada altura, vuelve a bajar unos metros para introducirse en el barranco
Tras esa bajada y unos centenares de metros junto al cauce, comenzamos el último tramo, pero sin duda el más exigente, ya que en apenas dos kilómetros tenemos que salvar 600 metros de desnivel. Y lo malo es que parece que el refugio está más cerca de lo que realmente lo está, al menos en tiempo
Llegamos a una de las referencias visuales que traíamos, el cortijo de las Tomas a 2100 metros de altitud, con su curioso espantapájaros. Desde aquí sale el ramal que baja a Capileira por el camino de las Acequias. Nosotros continuamos hasta el refugio, del que aún restan 400 metros de desnivel
Por fin tras algo de más de 10 kilómetros desde la partida, casi 4 horas de marcha y 1000 metros de desnivel, aunque la mayoría ganado en el último tramo, llegamos al refugio de Poqueira
Tras reservar alojamiento y cena y habiendo descargado un poco de peso (y por supuesto tras comer y beber algo) nos encaminamos hacia la cumbre siguiendo la senda que se adentra en el río Mulhacén
Comenzamos a atravesar neveros, por los que se camina cómodamente, ya que hay huella y la nieve está en buenas condiciones
Poco a poco ganamos altura acercándonos a los 3000 metros. El cansancio acumulado empieza a hacer mella
Y por fin el rey de Sierra Nevada, el techo de la penísula con sus 3479 metros, muestra su cumbre, tan cercana, pero como veremos, tan lejana para nosotros en el día de hoy
Vistas a las proximidades del refugio de la Caldera y su laguna homónima, que está escondida en la hoya bajo la pared nevada de la Punta de Loma Pelada. La pequeña laguna que se ve es la de La Caldereta o Calderilla
Llegamos poco antes de las 5 de la tarde al collado del Ciervo a 3120 metros de altitud. Nos quedan aún 350 metros de desnivel a la cumbre. Tiempo tenemos para subir y poder bajar con la luz del día al refugio, pero bastante justos ante algún imprevisto. Lo que sí es seguro es que no llegamos para la cena. Por tanto y como las fuerzas tras el palizón que llevamos encima (desde las 5 de la mañana en pie, casi 4 horas de coche hasta Capileira, más de 7 horas de marcha y 1600 metros de desnivel) están muy justas, tomamos la decisión de parar aquí y al menos disfrutar de las vistas que desde aquí se obtienen de la Hoya del Mulhacén, con la laguna de la Mosca (nacimiento del río Genil) aún helada y el espolón de la Alcazaba
Y como no con la excelsa pared norte del Mulhacén, escenario de grandes hazañas y vías de escalada y por donde discurre un exiguo sendero , el Vasar del Mulhacén solo practicable cuando la nieve se ha retirado, cuyo trazo se intuye que va por la franja nevada que atraviesa horizontalmente la cara norte de la montaña
Pili y Angel con el techo de la península a sus espaldas
Angel y yo haciendo de collado entre la Alcazaba y la arista noreste del Mulhacén
De nuevo con el Mulhacén de protagonista. Te prometo Angel que pronto subimos, pero a la montaña hay que respetarla y se nos hacía tarde y las fuerzas se iban
Regresamos por la pista y aunque no hay mucha nieve hay algunos tramos como este del conocido Paso de los Franceses, en el que aunque hay huella está helada. A pesar de ser apenas 20 metros conviene ponerse crampones y andar con el piolet a mano (el que os habla no lo hizo así y se fue ladera abajo aunque logré detenerme a tiempo aunque fuera con el bastón de trekking a modo de piolet)
Una vez aprendida la lección, los siguientes pasos que transitamos los hacemos bien equipados
Tras caminar un buen rato por pista y deshechar un atajo que baja directamente al refugio por acusada pendiente, decidimos abandonar la misma próximos al cruce de caminos del Alto del Chorrillo y atajar hacia el camino que parte del cruce citado dirección al refugio de Poqueira
Aún tenemos que atravesar algún que otro neverillo
Y por fin, pasadas las siete y media de la tarde, llegamos al refugio. Nos espera una ducha calentita y una buena y abundante cena, y sobre todo un buen descanso, aunque el canto de los ruiseñores nocturnos, tan habitual en este tipo de lugares hace que este descanso sea intermitente ¿donde tendré los tapones para los oídos que compré hace unos años?
Amanece el domingo con tiempo nublado. Hay grupos que han salido pronto, ya que el mal tiempo se ha atrasado algo y puede que de tiempo a hacer cumbre y regresar antes del mediodía. Nosotros ya tomamos la decisión de volver. Además luego resta el regreso a Córdoba
La cosa por arriba comienza a ponerse fea
Tras pasar por el cortijo de las Tomas (el del espantapájaros), obviamos la senda del día anterior y tomamos la de la izquierda
Caminamos por el estrecho sendero jalonado a prudencial distancia por la Acequia Alta y la Acequia Baja
Por arriba hay momentos en que las nubes dejan paso a los claros, aunque estas oscurecen las montañas
Pili con las montañas de esta zona central de Sierra Nevada a sus espaldas
Llega un momento que el sendero desemboca en la Acequia Baja, la cual seguimos sin dificultad por la derecha de la misma
Las aguas del barranco de Mecina llegan a la acequia
El sol ilumina la acequia y caminar por aquí se hace agradable
Abandonamos la acequia por una senda a la derecha bien señalizada con un poste. A partir de ahora vamos a perder altura de manera más decidida, ya que durante el trayecto junto a la acequia íbamos respetando la curva de nivel
El sendero se interna en un bosque de pinos donde conecta con un camino más ancho
Hasta que alcanzamos la pista. Nosotros continuamos hacia Capileira
La última revuelta de la pista nos pone de nuevo frente a las montañas donde las condiciones meteorológicas ya se han puesto decididamente serias
Y llegando al final por sendero el bonito pueblo de Capileira se muestra ante nosotros. Allí paramos a tomarnos un refresquito y en poco comienza a llover y las nubes tapan las montañas por encima de los 1500 metros. Hemos salido a tiempo
Mapa de la ruta
Plano en BaseCamp
Perfil de la ruta
Vistas en 3D
